Si estás buscando un ERP para tu empresa seguramente te hayas encontrado cara a cara con el nombre del sistema ERP SAP. Bienvenido a un club formado por miles y miles de personas en todo el mundo, entre las que nos sumamos y que reconocemos que se ha convertido en un exclusivo grupo de especialistas que han sabido dominar perfectamente lo que significa este tipo de herramienta. Puede que tengas dudas, puede que no estés al tanto de lo que representa SAP para el sector ERP, así que tenemos para ti algunos datos que te ayudarán a tomar una decisión. Pero antes de eso comencemos por el principio…
¿Qué es un software ERP y por qué lo necesito?
No queremos complicaros más de la cuenta por si solo necesitáis hacer un ejercicio de memoria. Recordemos que un software SAP es la herramienta pensada para empresas que tiene el objetivo de integrar y facilitar información y recursos en los distintos ámbitos de la compañía. Esto reúne los elementos relacionados con las finanzas, la logística, el procesado o los recursos humanos. La suite que integra el ERP da acceso a todo tipo de procesos que las empresas pueden utilizar para la administración, el almacenamiento y la gestión de las distintas actividades que se llevan a cabo en el entorno de la oficina. Desde el inventario hasta el marketing, los procesos de fabricación o la planificación de compras, todo acaba pasando por el ERP. De ahí que sea un elemento principal en las empresas y que los especialistas TI tengan que buscar la opción más adecuada en cada uno de los casos. Y así es como llegamos a SAP, algo que resultaba inevitable, sobre todo para quienes ya conocen el recorrido y la trayectoria de esta empresa.
¿Entonces SAP es el mejor?
Te lo podríamos decir ya mismo, en una sola palabra formada por dos letras (una “s” y una “i”), pero queremos explicarlo un poco más a fondo para que lo entendáis vosotros mismos. Los principales nombres de la industria ERP siempre han estado representados por dos empresas que no se perdonan la una a la otra y que están en constante lucha por el primer puesto del mercado. SAP es la compañía más sólida y firme, aquella en la que han confiado miles de empresas desde que este tipo de suite de software comenzó a integrarse en los negocios. Por su parte, Oracle siempre les ha perseguido y ha innovado de forma notable para mantener el ritmo, aunque les falta ese tipo de entorno familiar y agradable que proporciona SAP.
SAP supera a sus rivales en varios aspectos determinantes. El primero de ellos se atribuye al historial de la propia empresa. Por ser la primera que entró en el sector ERP es también la que más preparada está. Organiza toda su estructura de forma gradual y escalada, con especial interés a la oportunidad de mantener a las empresas actualizadas en base a lo que necesiten en cada situación. Al disponer de una estructura interna muy equilibrada lo que ocurre es que los clientes que confían en ellos acaban beneficiándose también de este gran rendimiento.
Por otro lado, tengamos en cuenta que en el ERP SAP todo está muy integrado. Los distintos módulos se comunican y se relacionan entre sí. No hay nada que quede de lado ni que esté mal organizado. Si desde el equipo TI tenemos una nueva necesidad para nuestra empresa, como incorporar un control de inventario que antes no estaba planteado en el ERP, lo que hagamos en este módulo se conectará con los demás que ya estén instalados y todos se comunicarán entre sí. Eso garantizará una experiencia de uso dentro de la empresa eficiente y de confianza.
Otro motivo de la superioridad de ERP es la base de soporte de la que dispone. Cuantas más empresas utilizan este sistema ERP SAP más eficiencia significa para el entorno profesional. Y también es algo que se nota en cuanto a la relevancia del nombre de la marca. A los directores TI que se les ocurre la incorporación de un sistema ERP les resulta mucho más fácil presentar la propuesta de introducir un entorno SAP que otro de cualquier fabricante competidor. Y hay que reconocer que en el día a día del departamento TI lo que más nos interesa es simplificar procesos y tener que convencer a la menor cantidad posible de personas.