Trasladar las operaciones de TI a la nube es algo estratégico para poder cumplir con los objetivos de negocio. Nuestro vicepresidente del área de Productos e Innovación SAP, Ricardo Casanovas, ha resumido en un webinar cómo encarar un proyecto de migración de los sistemas de gestión SAP, críticos para muchas empresas, a la nube de Amazon Web Services (AWS).
Cloud computing es la base de los proyectos de transformación digital que están abordando la gran mayoría de empresas en todo el mundo. Estos procesos se han acelerado en el último año y deben tener un propósito claro: ser una palanca para contribuir a que las organizaciones alcancen sus objetivos de negocio.
Sin embargo, no todas las compañías son capaces de aprovechar su inversión en cloud y culminar con éxito sus proyectos cuando trasladan sus sistemas críticos a este entorno. Como referente en la migración de sistemas de gestión a la nube pública, hemos ayudado a numerosas empresas de todos los tamaños y sectores a trasladar sus sistemas y cargas de trabajo a este entorno con éxito.
En un webinar organizado con la revista tecnológica Computing, Ricardo Casanovas, vicepresidente del área de Productos e Innovación SAP, ha compartido las metodologías y mejores prácticas a seguir para lograr, independientemente de los resultados que se persigan, aprovechar al máximo el potencial de un sistema SAP en la plataforma AWS.
Desmitificando cloud computing, nuestro experto subrayó que la gran aportación de la nube es que permite “disponer de la tecnología adecuada en el lugar apropiado y en el momento preciso, a través de un entorno unificado de gestión”. A partir de ahí, cada compañía debe establecer la estrategia cloud que mejor se adapte a las necesidades de negocio y a los objetivos que se ha marcado, “que son los deben primar a la hora de elegir entre los diferentes modelos de nube -privada, pública o un formato híbrido- en los que los recursos se consuman bajo un modelo de pago por uso”.
Antes de elegir la opción que más se adecúa a la estrategia empresarial, es fundamental “hacer una reflexión” sobre cuál es la mejor para la organización, que generalmente tendrá que cubrir una serie de objetivos de negocio, que son muy comunes en la mayoría de las organizaciones, y que tienen que ver con los siguientes ámbitos:
- Optimización financiera (controlar costes, generar ahorros, reducir la factura tecnológica, avanzar hacia un modelo de gastos variables, etc.).
- Adquisición de nuevas capacidades.
- Mejora de la infraestructura de TI como puerta de entrada a nuevas funcionalidades y recursos
- Y, finalmente, lograr una mejor posición competitiva en el mercado.
“Todas las compañías deben hacer el ejercicio de definir su estrategia cloud alineada con sus objetivos de negocio. Debe decidir qué aplicaciones se van a migrar, cuáles no, cuáles deben ser modernizadas, cuáles se van a pasar a un formato de software as a service (SaaS), cuáles irán a una infraestructura cloud y a qué modelo. Cada empresa tiene que seleccionar qué es lo que mejor se adapta a su situación y también lo que encaja mejor con su visión de futuro”, destacó Casanovas.
Esa composición de la foto de hacia dónde quiere ir la empresa se lleva a cabo en la fase de selección y planificación que, a su juicio, “es crítica y para la que no hay un camino único”.
No obstante, la experiencia de la compañía en diez años ha permitido constatar que las organizaciones suelen dar sus primeros pasos hacia la nube desplegando aplicaciones de productividad y soluciones satélite de soporte, como el CRM o los sistemas de analítica de datos, que son áreas en las que la oferta está muy madura. “Sin embargo, para soluciones como el ERP, en el que residen los datos financieros y la gestión operativa de la empresa, hay más dificultades o menos oferta disponible para migrar a un entorno 100% as a service”, aseguró Ricardo Casanovas.
En estos casos, según explicó, se impone la tendencia de evolucionar, en primer lugar, la infraestructura hacia cloud para, a continuación, optimizar la arquitectura del sistema de gestión que ya reside en el nuevo modelo y, por último, evolucionarla, integrándola con nuevos servicios basados en tecnologías Big Data, Internet de las Cosas, Machine Learning o Inteligencia Artificial.
Escenarios de migración
Siguiendo este planteamiento, a la hora de mover los sistemas o aplicaciones a cloud, como ya hemos explicado en otro post de nuestro blog, existen cuatro escenarios principales de migración con motivaciones muy diferentes:
- Migrar de una aplicación a un modelo de SaaS. En este caso, la empresa se convierte en consumidora de una solución, como puede ser una suite ofimática o de colaboración, y no tiene capacidad para realizar adaptaciones.
- Lift & Shift. En este escenario ya se migra la infraestructura, trasladando los sistemas desde un entorno on-premise a la nube y se adopta un modelo de pago por uso que ofrece una capacidad “prácticamente infinita y global”, afirmó.
- Replatform. Este marco se da cuando una empresa quiere evolucionar la plataforma de sus infraestructuras y aprovechar las ventajas de la arquitectura cloud, adaptando sus aplicaciones. “Normalmente el primer paso suele ser hacer un ‘lift & shift’ para después profundizar en las ventajas del modelo cloud”, añadió.
- Refactorización de las aplicaciones. Consiste en revisar el propio código de las aplicaciones para evaluar si merece la pena volver a implementar estos programas pensando en que van a estar desplegados en la nube. “Puede ser un mayor esfuerzo y de mayor complejidad pero ofrece el máximo de ventajas del modelo cloud”, señaló Ricardo Casanovas.
Mejores prácticas
Hay una serie de fases por las que todas las empresas deberían pasar y que son un compendio de mejores prácticas:
- Aprender
- Invertir en formación. Adquirir competencias técnicas sobre nuevas tecnologías para conocer el camino que la empresa va a recorrer, aunque finalmente delegue el despliegue y la gestión en un tercero.
- Ir paso a paso
- Empezar en pequeño y probar antes de usar. Seleccionar aplicaciones no críticas.
- No perder de vista el horizonte final.
- Implantar el nuevo modelo de gestión, porque surgen nuevas áreas de conocimiento que se deben gestionar y tendrá que haber una adaptación.
- Consolidar el modelo de gestión
- Al ejecutar el plan de migraciones, pensar en los detalles para llegar de manera más profunda a los objetivos.
- Muchas empresas valoran la creación de un Centro de Excelencia Cloud
- Planificar las nuevas migraciones o implantaciones.
- Ejecutar los nuevos despliegues para migrar a escala.
- Iterar, medir, corregir y volver a iterar.
A modo de resumen, Ricardo Casanovas destacó que “en nuestro mundo altamente tecnológico podemos afirmar que el cambio es una constante en nuestra vida. Surgen nuevas tecnologías en la nube que hacen posibles nuevas cosas, por lo que hay que invertir en formación, y ser ágiles y tener procesos de gestión preparados para implementar esos cambios. Y siempre lo tenemos que hacer alineando la estrategia cloud con los objetivos de negocio, que también evolucionan en el tiempo”.
Para cerrar la sesión, recordó que la nube no deja de ser una caja de herramientas “infinita” para poder llevar a cabo cualquier iniciativa tecnología, con piezas para construir soluciones innovadoras, que están al alcance de todos con un coste de entrada mínimo. “Realmente ofrece unas capacidades prácticamente inalcanzables en un entorno no cloud por los recursos que se necesitan y el alto coste”, concluyó.
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