Tanto Agile como DevOps son metodologías de desarrollo de software, es decir, constituyen pasos, pautas, mecanismos, procesos, plantillas preestablecidas de cómo se debe desarrollar un proceso de desarrollo de software, así como los profesionales que intervienen en cada una de las etapas.
Aunque suelen tener muchos aspectos en común, lo cierto es que también presentan diferencias y en este artículo te ayudaremos a descubrirlas. ¡Acompáñanos!
Metodología Ágil
Se trata de una metodología de desarrollo que ha ganado mucho espacio en los últimos años, desplazando a las tradicionales. Esta metodología tiene como eje central el desarrollo iterativo con enfoque incremental y evolutivo.
Esto quiere decir que el desarrollo del producto final es dividido o fragmentado en tareas más pequeñas. Estas tareas se desarrollan y prueban hasta que no presenten errores. De este modo, al finalizarlas, se integran para realizar las pruebas finales. A la hora de implementar esta metodología existen diferentes marcos de trabajo que realizan modificaciones y la ajustan a su entorno y necesidades.
DevOps
Esta metodología de desarrollo de software despliega todo su potencial en torno a la integración, comunicación y colaboración entre los diferentes profesionales de tecnología de la informática para facilitar un desarrollo veloz. Los departamentos de desarrollo y operaciones se unen para crear una estructura de producción que genera códigos más eficaces. Este vínculo es la gran asignatura pendiente de otras metodologías de desarrollo. Es una alianza que eleva el concepto de agilidad a un plano superior, nunca antes visto.
Analicemos ahora algunas diferencias clave entre Agile y DevOps
Tamaño del equipo
Quizás, la principal diferencia que existe entre estas dos metodologías, después de lo planteado anteriormente, es la cantidad de personas que se involucran en el desarrollo. La primera está concebida para un equipo pequeño, mientras que la segunda suele involucrar a un mayor número de profesionales. Se dice que todo aquel que pueda ser considerado como stack holder debe ser parte del equipo.
Fraccionamiento del trabajo
Por otro lado, la metodología ágil fracciona sus logros en sprints, cada uno de los sprints suele durar poco menos de un mes. Mientras que su contrincante trata de entregar código todos los días o incluso cada pocas horas. Esto es posible debido a que la retroalimentación se produce únicamente dentro del propio equipo de desarrollo, a diferencia de la primera.
Documentación
El enfoque ágil le proporciona mayor importancia al desarrollo, en un sistema de trabajo que manda a un segundo nivel de importancia la generación de la documentación. Esto funciona ya que los integrantes del equipo son capaces de realizar cualquier trabajo.
Sin embargo, en la metodología DevOps es necesario generar una documentación más detallada, porque el programa está en constante tránsito entre el equipo de desarrollo y el equipo de operaciones.
Alcance
No pocos especialistas sitúan el alcance como uno de los elementos que más acentúa la diferencia entre ambas metodologías.
La primera se centró desde sus inicios en acelerar el proceso de desarrollo, sin embargo descuidó las pruebas. Mientras que la segunda, aprovechando las buenas y probadas prácticas de la primera, introdujo un marcado carácter holístico. Esto quiere decir que, durante cualquier etapa del código, el equipo debe verlo de manera integral y asegurarse de que funciona tal y como fue diseñado.
Sin duda alguna, se trata de dos metodologías que no pueden considerarse como incompatibles, pero tampoco es justo decir que una es la evolución de la otra. Simplemente plantean dos enfoques con marcadas diferencias en la concepción del proceso productivo.
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